Creación de identidades digitales, registro y validación de datos, smart contracts, seguridad automatizada… A pesar de ser ámbitos completamente diferentes, todos tienen una cosa en común, blockchain como punto de innovación.
Cada vez más en la boca del público general, la tecnología blockchain se está haciendo cada vez más popular al ser una de las principales claves para el funcionamiento de las criptomonedas tal y como las conocemos. Llegando hasta el día de hoy, cuando se ha convertido en una tecnología increíblemente prometedora y cuya aplicación está siendo estudiada en numerosos campos.
Pero ¿qué es el blockchain? Aunque sea un término mayormente conocido, para muchos es algo esquivo pues piensan que es algo demasiado complicado y difícil de entender. Blockchain –cadena de bloques en español– es básicamente un libro mayor donde se registran todas las transacciones e información importante y necesaria.
Una red de blockchain puede utilizarse para cosas como hacer seguimiento de pedidos, pagos, cuentas etc.
El elemento clave del blockchain que lo distingue de la tecnología tradicional es que todos los participantes tienen acceso al libro mayor. En este libro mayor las transacciones se registran conforme se producen, los transacciones (también llamadas bloques de datos) están conectadas a los bloques anterior y posterior y, una vez que están unidos, se forma una cadena irreversible que no se puede cambiar y que refuerza la veracidad de la información.
Ningún participante puede cambiar o falsificar una transacción una vez grabada en el libro mayor o cadena de bloques haciendo la tecnología segura y descentralizada.
Aunque existen muchos protocolos en desarrollo, en la actualidad los más prometedores y utilizados son los siguientes:
Para los nuevos usuarios la terminología puede ser liosa y complicada, confundiéndose entre blockchain y criptomonedas de forma recurrente. Sin embargo, estos dos términos no son lo mismo, si no que se refieren a ideas diferentes, aunque interconectadas. Mientras que el blockchain es la tecnología utilizada, las criptomonedas son la forma más popular de utilizar esa tecnología, por ejemplo, en los pagos de comisiones.
Explicado de forma sencilla, blockchain es una tecnología muy novedosa en constante crecimiento y desarrollo. Esto ha llevado a la existencia de nuevas redes blockchain o protocolos que buscan mejorar el funcionamiento de la pionera, Bitcoin.
Dentro de cada red blockchain (Bitcoin, Ethereum, Solana, etc), se funciona con la criptomoneda nativa de cada red para efectuar pagos, cobrar comisiones, etc. Las criptomonedas también son comúnmente llamadas token o crypto.
Aunque aparezcan nuevas criptomonedas más avanzadas tecnológicamente, el bitcoin ha ganado una posición de referencia, siendo considerado por muchos como un futuro valor refugio de las criptomonedas. Dentro de la red de Bitcoin (BTC) es la moneda de pago.
Aunque es cierto que la tecnología blockchain es joven y todavía tiene un largo camino por delante, se ha posicionado en los últimos años como una de las innovaciones más importantes a tener cuenta en diversos campos, como hemos podido ver al principio. Hasta ahora, los campos más importantes en los que el blockchain está realizando grandes avances son:
Actualmente el uso más extendido de la tecnología es especulativo y como forma de inversión. Esto se realiza mediante un Exchange centralizado o CEX principalmente, aunque cada vez está más extendido el uso de exchange descentralizados o DeFi (también llamados DEX) y su gestión de criptomonedas mediante wallets. Los CEX más avanzados se encuentran en la red de Ethereum y BSC:
Dentro de esta área podemos destacar principalmente:
Los usos del blockchain dentro del sector salud se encaminan al uso seguro de información del paciente como sus datos o su historial médico sin tener que preocuparse por cuestiones de privacidad.
Se caracteriza por ser un sector muy burocrático y lento que no se ha adaptado a las nuevas tecnologías tanto como sería deseable. Por ello, el blockchain se enfoca en el aumento de la eficiencia del proceso de transacción, ofreciendo además un aumento en la transparencia del proceso.
El blockchain podría ser increíblemente útil en la gestión de la cadena de suministro, pues podría usarse como un localizador en tiempo real los bienes de la cadena de suministro.
Aunque estos son algunos de los usos más importantes del blockchain, existen infinidad de usos que se están investigando en estos momentos en otros sectores no mencionados aquí, como por ejemplo en entretenimiento, media, en el sector público o en energías.
El blockchain es simplemente otro tipo de tecnología que nos va a permitir hacer más cosas y mejorando sus procesos. A pesar de no estar consolidado a día de hoy, se ha demostrado como una tecnología fiable y segura en proyectos como el mencionado anteriormente de Santander y PagoFX, por lo que es su implantación progresiva en diversos ámbitos en la sociedad es cuestión de tiempo.
A pesar de esto, es importante destacar que es un campo en desarrollo por lo que por un lado no todas las aplicaciones existentes día de hoy serán adoptadas de forma general y por otro lado se descubrirán usos nuevos que hoy ni siquiera sabemos que son posibles.
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